martes, 1 de febrero de 2011

Desiderata, de Max Ehrman

Desiderata – Max Ehrman

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Camina placidamente entre el ruido y el bullicio
y observa la paz que pueda haber en el silencio.
Hasta el punto en que te sea posible,
procura estar en buena armonía con todos.

Expón tu parecer en forma reposada y clara,
y escucha a los demás que,
aunque sean lerdos e ignorantes,
ellos también tienen algo que decirte.

Evita las personas ruidosas y agresivas
que constituyen una vejación para el espíritu.
Si te comparas con otros,
puedes volverte petulante o amargado
porque siempre hay alguien que es inferior o superior.

Interésate siempre por lo que haces,
por muy humilde que sea tu tarea
porque es algo que siempre perdurará,
aunque las circunstancias cambien.

Se precavido en tus negocios
porque el mundo esta lleno de astucia.
Pero, que la precaución no te impida ver
donde está la virtud,
pues hay muchas personas que luchan en pro
de elevados ideales
y toda vida está llena de heroísmo.

Sé sincero. En especial, no finjas afecto
ni seas cínico en relación con el amor,
porque a fin de cuentas, la aridez y el desencanto
son tan perennes como la hierba.

Toma resignadamente el consejo de los años,
renunciando gallardamente a las cosas de la juventud,
y no te preocupes por temores imaginarios,
pues muchos de ellos son producto
de la fatiga y de la soledad.

Por encima de toda disciplina edificante,
sé benévolo contigo mismo.
Tú eres un ente del universo,
no inferior a los árboles y los planetas.

Tienes derecho a estar aquí.
Y lo entiendas o no,
el universo se desarrolla
como debe hacerlo.

Por lo tanto, procura estar en paz con Dios,
cualquiera sea la forma en que le concibes.
Y cualquiera que sean tus obras y tus aspiraciones,
en la ruidosa confusión de la vida,
procura estar en paz contigo mismo,
porque con todo desequilibrio,
con toda maldad,
es, sin embargo, un hermoso mundo.

Así es que ten cuidado.
Esfuérzate por ser feliz.
.
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Max Ehrmann

DESIDERATA
.
Camina plácido entre el ruido y la prisa y recuerda
qué paz se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara
y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás, te volverás
vano y amargado,
pues siempre habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro
en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios
pues el mundo está lleno de engaños,
mas no dejes que esto te vuelva ciego
para la virtud que existe.
Hay muchas personas que se esfuerzan
por alcanzar nobles ideales.
La vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto.
Y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu,
para que te proteja en las adversidades repentinas.
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo.
No menos que las plantas y las estrellas,
tienes derecho a existir.
Y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios
cualquiera que sea tu idea de El.
Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con toda su falsía, sus dolores y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!
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