martes, 26 de mayo de 2009

Cuestión de perspectiva...

Nos envía Norma Patricia Rodríguez Reyes la siguiente anécdota que nos mueve a reflexión:
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Un sabio pasó junto a dos trabajadores y les preguntó qué hacían.
Al primero le molestó bastante la interrupción
-Como puede usted ver -exclamó- Estoy picando piedra.
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El segundo en cambio, pareció entusiasmarse con la pregunta del sabio.
Lo que estoy haciendo -le explicó- es labrar la base de una hermosa catedral.
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La pregunta final es:
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¿Y tú, qué haces?

martes, 12 de mayo de 2009

Para la reflexión...

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Generación agotada
Rosaura Barahona
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Nacieron en la última parte del siglo 20. Viven en una transición provocada por muchas revoluciones: la mediática, la cibernética, la sexual y la político-social. Las crisis han sido y son parte de su realidad cotidiana.
Los anticonceptivos y la revolución sexual les permiten tener relaciones sexuales sin casarse. Posponen la edad de la boda y la llegada de los hijos (que son menos). Los homosexuales, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales salen a la luz, exigen respeto y, por fin, se integran al panorama social. Hablan de todo, sin tapujos.
Los privilegiados estudiaron y soñaron con una carrera que ayudara a cambiar el mundo. Los no privilegiados vieron crecer el abismo entre su mundo y el otro, cuando el campo se terminó y los salarios se degradaron. Los obreros que antes comían tres platos del portaviandas, hoy se conforman con un refresco y una bolsa de fritos. Nutrirse es misión imposible; matar el hambre, consigna para sobrevivir.
Presenciaron la caída del muro que algunos interpretaron como un nuevo amanecer de paz y armonía. Los suspicaces intuyeron que al faltar el totalitarismo resurgirían las rencillas, los resentimientos y las luchas reprimidas, pero no resueltas. Y resurgieron.
La frivolidad es su norma de vida: si no es espectáculo que divierta no vale la pena. Los artistas, los de verdad y los de paja (creados por los medios), valen por el dinero que generan, no por su talento. Incluso los no artistas serán famosos durante 15 minutos, anunció Warhol.
El narcomundo, infierno o paraíso, es omnipresente.
La juventud, la delgadez, el dinero y el consumismo son los nuevos dioses de su olimpo. Las arrugas, las canas, el cansancio, un cuerpo normal, no usar accesorios o ropa de marca son pecados imperdonables que los condenan al ostracismo social.
Importa discutir y defender los valores, no ponerlos en práctica. La doble moral (aceptada tácitamente) construye un sólido edificio sobre tales cimientos.
El catolicismo pasa de ser refugio espiritual a distinción clasista. Dime con qué grupo estás y te diré por qué escala crees que llegarás al cielo. Los sacerdotes se vuelven mortales y la parafernalia eclesiástica, junto con la jerarquía, se ven obsoletas y rancias.
El capital cambia de inversión a especulación. El mundo dice que se globaliza (sólo una parte se puede dar ese lujo) y se agrava la polarización entre el primer y el tercer mundos.
México sigue empantanado, a pesar de la alternancia iniciada por el presidente más tonto de nuestra historia. Los insaciables partidos se enriquecen y se adueñan del País. La impunidad sigue imperando en nuestras vidas. Para qué denunciar, si no sucede nada.
El empleo deja de ser de planta y con prestaciones. Sus contratos son temporales aunque duren 10 años, pero no acumulan antigüedad ni prestaciones. Trabajan jornadas dobles sin pagos extras bajo la espada de Damocles: 'Hay cientos esperando tu puesto'. La ley los protege, pero se hace de la vista gorda cuando las empresas se salen con la suya.
La mayoría quiere primero tener y luego ver si puede ser. Al casarse desean empezar con todo. Un solo sueldo no alcanza. La pareja debe trabajar. Hay que integrar las tareas domésticas y la intensa vida social. Si llegan los hijos, a buscar guarderías. Corren todo el día. Uno para un lado, la otra, para el otro. Se reencuentran en la noche, siempre cansados.
El estrés, la presión alta, los infartos y la depresión son familiares cercanos. Consumen Prozac como antes consumíamos 'salvavidas'.
Carro del año, vacaciones al sitio de moda, colegios caros (no necesariamente buenos), la acción en un club difícil de pagar, la casa en la colonia debida y el conservadurismo a flor de piel. Qué flojera Chiapas: son todos pobres e indígenas.
Hable usted con ellos y compruébelo: están exhaustos. Si pudieran, dormirían una semana completa. Les falta sueño y les sobra cansancio de tanto correr tratando de morder su propia cola. Es la generación joven agotada.
Antes de morirse, deberían detener su tiovivo y bajarse a respirar, a ver las montañas, a dar gracias por estar vivos y a comerse un helado sin hacer nada. La vida también es eso.
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Respuestas interesantes
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Rosaura Barahona: A veces escribo sobre cuestiones que me inquietan aunque los medios no se ocupen de ellas. A menudo la respuesta es inesperada, como sucedió con 'Generación agotada'. Muchos lectores, salvo uno, sintieron que hablaba de ellos y dijeron cosas muy interesantes. Comparto fragmentos de algunos textos. Espero no haber eliminado nada esencial.
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T.Almanza: 'Para nosotros, los que apenas entramos en los 30, la vida parece cada vez más complicada: una carrera sin fin y sin destino. Parece que estamos obligados a ser una generación inculta. No sabemos hablar más que de marcas, gadgets, coches y posiciones económicas. Somos un tapón de sidra, resultado de no saber sopesar las cosas importantes de la vida. Creo que es obligación nuestra revertir un poco esta situación'.
E.Acha dice: 'Muchos nos queremos bajar de este tiovivo, pero no vemos por dónde aventarnos sin salir muy lastimados. En fechas recientes he visto casos (cinco este verano) de amistades que cambiaron su lugar de residencia en búsqueda de un mejor trabajo, o de uno que les permita estar más cerca de la familia'.
K.Cepeda: 'Pertenezco a la generación agotada. Desde que nací estoy viendo crisis. He reflexionado mucho sobre cosas como las frivolidades y el consumismo que nos arrastran. Con las prisas, la rutina y la influencia de tantas cosas, olvidamos lo más importante, lo que de verdad vale: estar sano, vivo, tener familia, amigos y poder disfrutarlos, compartir el tiempo con ellos'.
Daniel Marcelo: '¡Deberíamos empezar a hacer un movimiento de 'Slow Down' aquí, realmente hace falta! ¡Tenemos que darnos tiempo para disfrutar más de la vida! El problema es que en esta ciudad hay pocos espacios para eso. Todo está rodeado de cemento gris, no es una ciudad para salir a caminar, no hay respeto al peatón, todo está lleno de smog, cada vez más tráfico, la gente maneja muy mal, hay mucho ruido'.
E.Villarreal añade: 'El artículo nos describe y nos desnuda como sociedad. Cuando yo estudié medicina en los años 80 todos queríamos salvar vidas, ser cardiólogos, cirujanos, oncólogos. El idealismo juvenil. Hoy, la tercera parte de mis alumnos quieren ser cirujanos plásticos para agrandar los senos a mujeres que requieren que les agranden el cerebro y la autoestima'.
Lucinda: 'Somos la generación arrogante que se cree superior a Dios. Nosotros despreciamos los domingos. Es otro día más de la semana: todo está abierto, se trabaja, se compra, se vende, se estudia... Olvidamos que hasta Él descansó'.
H.M.: 'Leí su editorial y me dolió verme reflejado como si fuese una crónica de cualquiera de mis días. Mi único refugio ha sido hasta ahora mi esposa y mi pequeña hija de 8 años, lo más valioso que tengo. La vida se me escurre aprisa y no es fácil ganarse la vida trabajando honestamente. Para eso se necesitan muchas horas de trabajo y menos de estar con la familia. Hace poco tuve vacaciones. Decidí hacer absolutamente nada. ¿Resultado? Nos divertimos mucho. Fue terapéutico. Estoy recuperando poco a poco esas pequeñas manifestaciones de vida. Estoy quitándome la pus de encima'.
Cecilia:'Vengo de regreso de intercambio. Anduve por Argentina y, claro, hay mucho más mundo que en Monterrey. Aquí la vida es puro estrés y competencia, cosa buena y mala a la vez. Es curioso cómo muchos de nosotros competimos por ser mejores que los demás, sin siquiera analizar si realmente es lo que deseamos'.
Marcela:'! En lo personal decidí salirme de ese juego de locos e irme con mi esposo e hija al norte, a Montreal, donde estoy tratando de empezar una nueva vida, sin grandes lujos, pero sin grandes presiones. El sábado nos sacaron de Wal-Mart a las 5:30 p.m. porque ya iban a cerrar. Les dije que en Monterrey abrían 24 horas y me vieron como si estuviera loca (ahora que duermo plácidamente desde las 10:00 p.m., creo que sí lo estaba). Prefiero empezar desde abajo en un país que valora el esfuerzo, a seguir con mi hermosa oficina en las grandes corporaciones donde vales por cómo te vistes o el auto que tienes, pero no tienes la libertad de vivir si te sales del esquema diseñado para ti o la tranquilidad de disfrutar lo poco que tienes al alcance'.
Ustedes tienen la palabra.
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Agradecemos el envío de estos textos, por correo electrónico, a Norma Patricia Rodríguez Reyes lecturaenradio@yahoo.com.mx

domingo, 10 de mayo de 2009

No está de más reiterarlo!!

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TODO DEPENDE DE LA POSICION.

Hacerlo parado fortalece la columna
boca abajo estimula la circulación de la sangre,
boca arriba es más placentero,
hacerlo sólo es rico, pero egoísta
en grupo puede ser divertido,
en el baño es muy digestivo,
en el auto puede ser peligroso...
Hacerlo con frecuencia desarrolla la imaginación,
entre dos enriquece el conocimiento,
de rodillas resulta doloroso...
En fin, sobre la mesa o sobre el escritorio,
antes de comer o de sobremesa,
sobre la cama o en la hamaca,
desnudos o vestidos,
sobre el césped o la alfombra,
con música o en silencio,
entre sábanas o en el closet:
hacerlo, siempre es un acto de amor.
No importa la edad, ni la raza, ni el credo,
ni el sexo, ni la posición económica...
... Leer es un placer

Agradecemos a Norma Patricia Rodríguez Reyes
el envío de este texto.

viernes, 8 de mayo de 2009

Una reflexión sobre la filosofía de Enrique Dussel A.

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¿Por qué la filosofía?
Enrique Dussel A.
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En todas las grandes culturas neolíticas, en Egipto, desde los textos de Menfis en el tercer milenio antes de la era común; en la China, desde el tercer milenio de dicha era con el I Chin; en el Indostán, desde el comienzo de la elaboración oral de los Upanishad; en Palestina, desde el siglo VIII adC, con los profetas de Israel; en Grecia, desde la misma época, aproximadamente, y en América, un milenio después, se fueron dando los cánones que organizaban la sabiduría de esos pueblos. Las comunidades urbanas realizaron una labor de síntesis de los principios que fundaban sus determinados modos de vida. Los que se dedicaban a esa labor de ordenar las interpretaciones más profundas de la existencia de esas comunidades altamente desarrolladas se denominaron amantes de la sabiduría (en griego filósofos, en azteca tlamatinime). Eran los que podían dar cuenta de forma ordenada y racionalizada de los diversos modos del saber, es decir, que relacionaban las observaciones astronómicas, descubrimientos matemáticos, etcétera, con las experiencias agrícolas, los saberes medicinales y con los recuerdos de las gestas de los pueblos.
De esta disciplina intelectual (entre los griegos denominada episteme, que podríamos traducir como saber estricto por argumentación) se fueron lentamente desprendiendo todas las hoy llamadas ciencias. La misma matemática era parte de la enseñanza filosófica en la Academia de Platón, en Atenas. La astronomía formaba parte de la física, que era una disciplina filosófica en el Liceo de Aristóteles. La escuela filosófica de Bagdad, desde el siglo IX, se ocupaba igualmente de la matemática, inventó los números arábigos, los logaritmos y la astronomía heliocéntrica, entre otros. Y fue por influencia árabe, por conducto de los traductores de Toledo, que la filosofía con base empírica aristotélica llegó a París en el siglo XIII, punto de partida de todo el desarrollo posterior europeo de las ciencias.
En épocas normales, donde el orden de un sistema civilizatorio funciona todavía adecuadamente, los momentos clásicos de las culturas, la filosofía ordena los saberes y permite crear el tejido intersticial de las ciencias, dando unidad a la cosmovisión correspondiente. Así funcionó durante más de 20 siglos la filosofía confuciana en China, que se ha regenerado con el neoconfucianismo que alienta en el presente el renacer aún económico del Oriente extremo (desde Singapur a Surcorea o China –ya que Mao Tse Tung, aunque marxista era en verdad un lector asiduo de Wang Yang-ming (1472-1529), el fundador del neoconfucianismo. En estos casos la filosofía es el fundamento de la educación del sistema.
Pero en épocas de crisis como la que experimentamos en el presente (no sólo en los países centrales del capitalismo por el colapso del dogmatismo neoliberal y el estancamiento de la producción industrial, sino igualmente por la crisis de los partidos políticos y el sistema representativo en todo el mundo) es necesario repensar todo el andamiaje científico, tecnológico y político, lo que exige tener capacidad crítica y vislumbrar el conjunto del proceso civilizatorio para inventar nuevos supuestos y alternativas. Para ello no bastan las ciencias de mediaciones, de los instrumentos de un sistema, sino las disciplinas que permiten repensar la totalidad de los medios y los fines, de su sentido último, para descubrir las contradicciones que han llevado a la sociedad en su conjunto a callejones sin salida.
Es entonces, en esos momentos límites, que la crítica de la totalidad es imprescindible y la filosofía es la única disciplina racional (que sabe pensar aún el fundamento de las ciencias) que puede encarar esa función crítico-creadora. La geometría desarrolla en un espacio abstracto y vacío sus axiomas y desarrollos posteriores, pero la filosofía puede pensar lo que dicho espacio es, condición que posibilita la geometría. La matemática se ocupa de la cantidad, de los números, pero no puede definir lo que son la cantidad y el número: los usa, pero no puede describir su contenido último. Los sistemas de salud, la medicina, suponen la definición de la enfermedad (que es muy diversa en cada cultura y evoluciona históricamente), pero no pueden tratarla como su objeto, sino que la suponen implícitamente. Y así en todos los sistemas científicos, sociales, políticos o económicos.
La economía de mercado supone la existencia del mercado –concepto que, en primer lugar, introdujo en la argumentación moderna un filósofo: Adam Smith (1723-1790)– y su definición exige la intervención del filósofo. Recuérdese que el mercado fue incluido como un momento de una argumentación ética y fue la propuesta de B. de Mandeville (1670-1733) para solucionar la contradicción de la existencia de vicios privados (como el propio interés) que se transformaban en virtudes públicas (la producción de riqueza social por parte del egoísta).
En toda crisis la práctica de la filosofía integrada a grupos interdisciplinarios es esencial ya que permite pensar los supuestos de un sistema económico, político, pedagógico, etcétera, para crear en cada campo las condiciones innovadoras de alternativas no sospechadas.
Por ello es lamentable que un país en crisis como México elimine de la enseñanza media superior el aprendizaje filosófico, lo que supondría dotar al alumno de recursos teóricos que sólo le permitan repetir lo que se supone que el mercado en crisis requiere y no, principalmente, para descubrir innovaciones creativas en otros aspectos o sistemas inéditos, pero posibles para una mente adiestrada, no en la mera repetición mimética, sino en saber pensar lo inédito. Más que nunca se necesitan espíritus creadores y no meramente repetitivos de caminos trillados que llevan al despeñadero.
Además, la corrupción generalizada de la sociedad, en la economía (¡hasta los banqueros roban!), en la política (los representantes piensan en sus ventajas y no en la de sus representados), en la religión (los sacerdotes son pederastas o corruptores de menores), etcétera, nos habla de la necesidad de que la población pueda meditar en algún momento de su etapa educativa sobre la ética, sobre la responsabilidad del cumplimiento de principios que hagan la vida humana digna de ser vivida. Y es solamente en las clases de ética, impartidas por filósofos en la preparatoria, que se pueden estudiar esas cuestiones cruciales para la existencia humana.
Por todo ello nos parece del todo injustificado, irracional y propio de personas no sensibles a las dificultades que sufre nuestra sociedad, el haber pensado siquiera eliminar las disciplinas filosóficas de la enseñanza media superior. Se formarían profesionales aptos para apretar botones de máquinas que no podrían desmontar ni inventar para que fueran las adecuadas para una sociedad más equitativa. Serían autómatas al servicio del mejor postor sin ninguna conciencia crítica, ni creadora ni ética. Lo peor que le puede acontecer a un pueblo es formar a sus profesionistas como simples ejecutores de órdenes venidas de los países hegemónicos, que siempre intentan transferir hacia el centro las riquezas de las neocolonias que se dejan explotar. Es evidente que esos planes de estudios (la reforma de la enseñanza media superior) han sido ideadas por los países más desarrollados y dominadores, que nos venden esos planes como los más avanzados, siendo, en verdad, proyectos que nos desarman teóricamente e impiden detectar los mecanismos de la indicada transferencia de riqueza.
Eliminar las disciplinas filosóficas de la enseñanza media superior es traicionar irresponsablemente la posibilidad de tomar conciencia de los fundamentos de la autodeterminación crítica y ética de la tecnología, la economía y la política del país.
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Texto publicado en La Jornada, sábado 2 de mayo de 2009.
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Asimismo, nos permitimos recomendar la autobiografía de este filósofo, que aparece en su página Web personal:
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Un cuento de ranas...

Las dos ranas
Éstas eran dos ranas, y una decía a la otra:
-Oye, ¿no crees que cuando croamos la gente no puede dormir?
-Sí, ¿pero no crees que ellos en el día gritan mucho?
-Claro, pero desde esta noche no croaremos.
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Así pasaron tres días y tres noches, y en una casa una señora le decía a su marido:
-Van tres días que no puedo dormir, y es desde que las ranas dejaron de cantar.
-¿Y por qué? –le preguntó su marido.
-Es que con el canto de las ranas me dormía.
Las ranas que la estaban escuchando, desde esa noche siguieron croando con mucha emoción.

Escrito por la niña Mireya Paloma Hurtado López de nueve años. // Libro de texto de educación Primaria. [Enviado por Norma Patricia Rodríguez Reyes]

martes, 5 de mayo de 2009

Pajaros prohibidos, de Eduardo Galeano


Pájaros prohibidos

Eduardo Galeano
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Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen en la entrada a la cárcel.
El domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el domingo pasa. Didashkó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en la copa de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
-¿son naranjas? -¿qué frutas son?
La niña lo hace callar:
-Ssssshhhh
Y en secreto le explica:
-Bobo, ¿no ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.
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Eduardo Galeano (Montevideo, Uruguay, 1930) Es uno de los más reconocidos escritores y pensadores de América Latina. Desde que en los años 60 publicó su hoy mundialmente famoso Las venas abiertas de América Latina; sus artículos y cuentos no han dejado de protagonizar las páginas de diarios y revistas latinoamericanos. Autor de varios libros, todos traducidos a más de veinte idiomas.

Sobre el valor del trabajo

EL POLLITO HARAGÁN
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Había una vez una gallina y un gallo que tenían un pollito muy haragán. Una mañana, después que el gallo le cantó al sol, la gallina se puso a escarbar a la sombra de un árbol. Al ver al pollito descansando, la gallina le preguntó: ¿tú no escarbas, pollito?
- No tengo ganas. Estoy muy cómodo al sol - contestó el pollito.
- Aquí hay un ciempiés - gritó la gallina- ¡Qué gordito está!
- Tengo hambre, mamá - dijo el pollito - Dame la mitad.
-Flojera y ayuno juntitos irán; que para comer hay que trabajar. - Dijo la gallina, mientras al ciempiés se comió sin sal.
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